sábado, 5 de enero de 2008

Sábado por la mañana.

Las navidades han pasado fugaces, comidas y cenas con mis dos chicas favoritas, amigos, familia, la mañana del día de navidad en la Pedriza con alguien a quien echaba de menos, un japo con mi primo preferido, una tarde en que hablé por teléfono con alguien que me gusta mucho pero que me hace poco caso, una comidita estupenda en Aranda, el gili de Fenris con dos piedras, una en el estómago y otra en el intestino, resultado?, una bonita cicatriz más a su colección, de vuelta a la isla.


Llegar y tener un extraño sentimiento de que realmente he estado aquí todo el rato, que el día anterior a llegar estaba realmente en esta casa, extraño, un día de relax con E. que llegaba de Madrid e ir a dar una vuelta por ahí, unas Guinness, palique del bueno y volver a una rica cena con vino rico rico y unos porrillos que me traje metidos en el zapato derecho. Otra vez al centro y más Guinness, más amigos, un buen rato, una disco con nombre ruso, Pravda, "La Verdad", buen ambiente, bailoteos, risas, un paseo por la noche dublinesa, un frío de cojones, el viento corta como un cuchillo de carnicero, volvemos a casa, unas copitas de Ron añejo y más porrillos nos esperan, caigo en la cama destrozado.

Sábado currar, después de vacaciones, poco ha cambiado la cosa, 10 horas, Domigo a currar, otras 10, lunes igual, fin de año, cuando salgo de la ofi con mi colega G., la fragoneta que nos han puesto para llevarnos al centro de la ciudad va a toda hostia, vamos a una gran disco con música electrónica, bastante buena, un saxo tocando en directo con buen House, empiezo a disfrutar, pero el cansancio acumulado de los días se nota, una de las amigas de la novia de otro colega me quiere violar, se restriega el culo contra mí cada vez que tiene la oportunidad, niña!, los primeros 5 minutos vale, los siguientes me río, pero cuando ya me llega a molestar para bailar a mi bola, hasta aquí hemos llegado, huyo de ella y salimos fuera, nos fumamos un porrillo en la lluvia, hablamos de recordar ese momento dentro de diez años, lo echaremos de menos?, quedo con E. que ha estado en otro sitio, intentamos ir a algún sitio, imposible, a las 3 está todo cerrado, cojones y más cojones, casi me alegro, tengo que currar tb al día siguiente, buscamos un taxi, tb imposible, comenzamos a andar a casa, llamo a unos amigos que tienen una fiesta, nos pilla de camino, llegamos después de 40min de caminata, aguantamos poco en la fiesta, están demasiado pasados, cogemos un taxi, porrillo, copa y casi rompo la cama, descanso por fin, CURRO!!!!!, el día uno del año, cojones, 10 horas más, interminables, traducciones y llamadas de americanos colgados que lo único que quieren es poder meter más pasta para poder dejarse los cuartos, en fin... llego a casa destrozado y lo único que soy capaz es de estar un rato con los compis de piso y E, la visión de la cama es un oasis, subo las escaleras sin despedirme y abrazo a la almohada hasta que me susurra una nana irresistible.

Día libre, E. quiere que vayamos a dar una vuelta por la mañana antes de su vuelo a las 4, pero soy incapaz de levantarme, demasiadas pocas horas de sueño, unas 5 como máximo en las últimas 2 semanas, duermo, acompaño a E. al aeropuerto, solo ya por la tarde paseo por Dublín, compras, trapos, ego, vuelvo a casa, la fiesta de cumpleaños de una de las chicas, fiestaaaaaaaaaa hasta las tantaas otra vez, nos lo pasamos como enanos, curro, curro, ayer salgo de la ofi y un compi me dice de ir a tomar una pinta... tenía pensado descansar pero... que leches, ya borrachos arreglamos el mundo un par de veces, hace un frío como me cuesta recordar, el viento literalmente te intenta arrancar la ropa, las rachas te hacen trastabillar y vas andando como si fueras borracho, y si estás borracho, andas normalmente, un sitio cojonudo con vistas al mar de noche, muy cool, música decente, unas chicas nos miran, nos miran y nos miran más, A. es un bailador... atípico, hacemos buena pareja, decidimos pirarnos a casa, las chicas nos entran, son españolas, decido quedarme con ellas, bye bye A., tiene que currar en pocas horas, copas, porros en la terraza del bar, una bonita vista, son muy simpáticas, les invito a una ronda, pido un Jack Daniells doble a uno de los camareros, parece que se ha olvidado y se lo pido a otro, me encuentro con dos Jack dobles en las manos, uf, un solo vaso de copa, a rebosar, Jack cuádruple, nos echan del bar, pido un vaso de plástico, nanai, quiero salir, nanai, me pongo de palique con todo el que pasa, el segurata se "apiada" y me dice que me meta el vaso en el bolsillo y que me largue, jajajajjaja, busco un taxi, me he olvidado de las chicas!, ellas no de mi, un coche me abre la puerta, un porrillo?, claro!, unos paseos en coche, música... un taxi, vuelvo a casa con un pedo de escándalo.

Me despierto, pronto, muy pronto!, las 10, joder, ducha y un rato de internet, se ríen de mí por el pestazo a alcohol, grrrrr, una de las chicas se va al mar, puedo ir contigo?, claro!, ufff, que ganas de darme un baño tengo, pero cambio de idea, ropa de abrigo y la bici, donde voy?, a ver el mar, carretera sin rumbo, pedaleo, sudo el alcohol, lleno los pulmones con aire fresco, espero que se curen de tanto tabaco, mar, mar mar... una montaña aparece en el horizonte, desde la montaña se verá el mar, enfilo la rueda delantera, unos cuestones de espanto, llego a un parking desde donde se empieza a ver toda la bahía, precioso, un día claro y soleado, encuentro una cabina y llamo a mi madre, hablo con ella un rato, todo bien, pregunto a alguien como llegar arriba de la montaña esta, de carreteras a caminos y de ahí a pasos de cabras, me bajo de la bici y la empujo montaña arriba, llego a un punto cercano a la cima, hace frío, y es la cara que está en sombras, dejo la bici en la entrada a un camino que va en bosque de cuento, trepo arriba y más arriba, llego, SOL!, y un viento que te tira, las vistas son espectaculares, el frío es tan intenso por el viento que noto cómo se congelan los dedos cuando me quito los guantes para coger el agua de la mochila, y las partes de la cara expuestas dejo de sentirlas, pero vaya panorama, qué bonito, sobretodo la zona más al sur, donde hay unas montañas con formas peculiares y la luz baja crea estelas de sombras y contraluces, que espectáculo. Vuelvo a la bici, me adentro en el camino, el bosque está en silencio, cuesta abajo por finnnnnnnnnnnnn, el placer es tan intenso que grito con todas mis fuerzas, el bosque es precioso, oscuro, húmedo de musgo y vivo, viejo per muy vivo, todo para abajooooooooo, pregunto a un hombre mayor que lleva un caballo blanco a saber donde, quiero comer, me indica un lugar, llego, es superpijo!, voy lleno de barro, sudado, con los pantalones llenos de trozos del camino, al carajo, me siento en el centro del garito, es un sitio chulo en un pueblecito en la zona rica de Dublín, la comida, sopa del día, hamburguesa enorme, y un postre  rico rico, Guinness, todo perfecto pero... para volver a casa me esperan unas cuantas pedaleadas, con todo lo que llevo en la barriga, y hace un frío del carajo, y está anocheciendo... todo tiene un precio.

1 comentario:

Miguel San dijo...

Hace tanto que no me siento tan lleno de optimismo, como te describes a ti mismo en esta historia, que siento una punzada de envidia.