miércoles, 9 de enero de 2008

Nostalgia

Tal vez sea por el final de Navidades o por el inicio de un nuevo año que nos recuerda el inexorable y cruel paso del tiempo, que han venido a mi mente recuerdos de esa que dicen es la mejor etapa de la vida: la infancia. “algia” es un sufijo que significa dolor por lo que nostalgia vendría a ser “dolor por la dicha perdida”. Y es exactamente así como me siento en estos primeros días de 2008; mohíno y desdichado por la añoranza de aquel tiempo en el que todo era más llevadero y sencillo, cuando nuestra única preocupación era llegar primero a la plaza para elegir la portería buena o que no te venciera el sueño el viernes por la noche para poder ver acabar el Un, Dos, Tres. A este sentimiento ha contribuido el descubrimiento casual en Youtube de la sintonía de un mítico programa de nuestra niñez: “Planeta imaginario”.



Escalofríos sentí al volver a ver estas imágenes y oír esa sintonía. La música en cuestión es el Arabesque nº1 de Claude Debussy en una adaptación electrónica a cargo de Isao Tomita. Lo cierto es que recuerdo apagar la tele como un resorte cuando empezaba este programa supuestamente infantil porque me parecía tremendamente raro, apenas debía tener 8 o 9 años cuando se emitía y revisando algún capítulo bajado de la Mula he entendido que tal vez sus contenidos, su subrealismo dalíano, sus ensoñaciones, sus referencias culturales, sus moralejas,… no son fácilmente asimilables por niños aunque si son ampliamente disfrutables a edades más avanzadas. Es increíble como, tras más de 20 años, unas imágenes y sobre todo una sintonía puedan tener un efecto tan evocador y misterioso como para mover algo tan profundo en el subconsciente de las personas. Leí una vez que las dos cosas que son capaces de despertar en las personas los más profundos recuerdos de tiempos pasados son los olores y los sonidos.

http://cuentalo.bitacoras.com/

Atrapado por la curiosidad del citado programa he encontrado en Internet este blog muy interesante que me ha hecho recordar grandes cosas de aquellos años en los que crecimos, ya sabéis, las series de las tardes veraniegas: El Coche Fantástico, El equipo A,… o aquellas otras inolvidables: V, McGyver,…. Los clicks de Famobil, el tambor del detergente Colón donde creo que casi todos guardabamos nuestros juguetes (jajaja); las celebraciones de cumpleaños donde los sandwiches de nocilla eran los más cotizados,… Aunque algunos de sus contenidos tal vez pertenezcan a alguna generación anterior a la nuestra, ha despertado en mí ese sentimiento de dulce añoranza por los tiempos pasados. Por favor, nada que ver con esa insustancial y pretenciosa serie de televisión que detesto:“Cuentame”.

Entonces recuerdo aquella frase de Jean Paul Sastre que decía “así es el tiempo, desnudo tiempo, viene lentamente a la existencia, se hace esperar, y cuando llega uno siente asco porque cae en la cuenta de que hacía mucho tiempo que estaba allí”

3 comentarios:

Unknown dijo...

Ayyyy esa infancia!!! jejejej, cuantos recuerdos, generalmente buenos, algunos amargos, casi todos, o al menos muchos de ellos evocadores de muchas cosas, que probablemente han influido de forma profunda en nuestro caracter y personalidad....

La verdad es que no he podido entrar al blog que recomiendas, el cibercafe del Hotel del Gran Canaria es una auténtica sangría, a 1 € los 10 minutos y ya se me está acabando, la vegetación por aqui exhuberante y la temperatura generalmente constante.... 24º, una isla increible de contrastes...

A la vuelta... hablaremos del gobierno...

Animo con la nostalgia...

Miguel San dijo...

Un euro 10 minutos!!!!!!!
Imagino que cuando pides un ordenador en ese ciber, el tio te dara un tarrito de vaselina, para que sea mas suave la clavada que te van a meter.

Kieleth dijo...

Cojones, aquí 1lauro te da para una hora tío!.

Desconocía que estabas por las canarias, qué marica, siesque estás siempre por ahí, eso de tener una piba currando en viajes... se nota eh?.

Sobre el post, vaya, hacía demasiados años, me acuerdo vagamente de este programa, debería ver alguno de sus capítulos para poder escribir sobre ello, aunque el empiece sí ha despertado en mí emociones confusas.

Ya os contaré, un abrazo!.