En Ninguna Parte I.

Bueno, aquí estamos de nuevo ante el teclado compartiendo unas letras que se unen en palabras y que bailan en frases para civilizarse en párrafos, se cuajarán en ideas?.

"El mar no rechaza ningún río"

Waking life, de Richard Lindtaker, una buena película, si la podemos llamar así, filmada con cámara y actores reales pero tratada para que parezca un cómic de la realidad. Es chocante al principio y al final, tan chocante que permite estar centrado en la película siempre atento a la siguiente excentricidad que se cuela en las esquinas de la pantalla.

Documental, película, salida de olla, recopilación de "momentos extraños", una sucesión de conversaciones o pequeños monólogos en que se trata la relación entre lo que percibimos y aquello que podemos llamar realidad.

"Resumiendo, yo creo que el mensaje aquí es que nunca debemos simplemente dejarnos llevar y vernos a nosotros mismos como víctimas de varias fuerzas. Nosotros mismos decidimos quien somos."

Disfruté de esta película hace tiempo y me dejó bastante "tocado", afectó mis ideas y mis intereses, empecé a interesarme por el sueño lúcido, esto es, despertarse dentro del sueño, tomar consciencia de que estas soñando y ser capaz de romper con el curso aparentemente inalterable de la pseudo historia onírica.

Se tratan conceptos como libertad, ciencia, cultura, miedo, amor, comunicación, determinismo, reencarnación, percepción, paradojas, muerte, confusión, recuerdos, evolución...

"El reino del espíritu real, el verdadero artista, el santo, el filósofo, rara vez se logra. ¿Por qué tan pocos? ... ¿Qué son estas barreras que impiden que la gente logre siquiera acercarse a su verdadero potencial? La respuesta se encuentra dentro de otra pregunta: ¿Cuál es la característica humana más universal, el miedo... o la pereza?."

Puede resultar a veces confusa, a veces intrigante, toda esa amalgama de semi monólogos uno detrás de otro, aparentemente sin coherencia entre ellos, pero que van formando un entramado de ideas que muchas veces llevamos por dentro pero que cuesta mantener en la cabeza, es mejor dejarse llevar por lo fácil, por la comodidad, por los problemas, por lo que establece muros en nuestros ideales, esos que esclavizan los pocos momentos de lucidez que hayamos experimentado hasta ahora.

"El suicidio se llevó a muchos.
La bebida y el diablo se encargarnos del resto."

Altamente recomendable para los inconformistas de lo impuesto, para los que lo establecido a veces nos hace rechinar los dientes, aunque nos falte el valor para tomar el toro por los cuernos y decidir, opinar, atreverse a soñar.

Tal como leí el otro día en un pueblecito del interior, en las escaleras de un parque que rodeaba las ruinas de una vieja iglesia reconvertida en castillo, o al revés, qué más da:
"El futuro pertenece a aquellos que son capaces de reconocer la belleza de sus sueños".

En Irlanda llueve de nuevo mientras escribo, Satie canta a la soledad y a la tristeza, la melancolía quizá de lo que nunca fue.

"Conforme el patrón se vuelve más intrincado y sutil dejarse llevar ya no basta".