The Cure - Madrid (06/03/08)

Debía llegar a la Calle Goya esquina Velázquez a eso de las 8:00; no había de resultarme difícil una vez localizado un taxi; no contaba con el tremendo atasco en la bajada de lo que debía de ser la Calle Mayor del pueblo, 14 dolorosos euros se van de mi bolsillo. Oteo las cuatro esquinas de la intersección y no veo rostro conocido alguno, llamo a ki pero no obtengo respuesta, espero… por fin Sr. aparece jovial por el paso de cebra, una cerveza en un sitio madrileño elegante, gente trajeada y generoso pincho. Otros 46 euros me dicen adiós (40 de la entrada y 6 del refrigerio).

Al rato aparecen ki. C. y E., otra cañita en la terraza (¡!) del mismo lugar, por que no?, el frío no aplacará nuestro buen ánimo, camino del Palacio de los Deportes, otra cañita y unos pinchos no estarían mal, los ánimos in crescendo,24 euros más que ya no son míos, caminamos un poco más, la cola a las puertas es algo disuasoria, total, unos desconocidos teloneros no son suficiente aliciente, lata de medio litro de cerveza en la calle, E. y Ki. se afanan en el arte de liar porrillos, les quedaron muy bien como tendría el gusto de comprobar después; adelante pues, apurando las cervezas y pa dentro. Para nuestra sorpresa intuimos los primeros acordes de lo que parece “Lullaby” (bautizada para la ocasión como “Lulabilly” por el amigo Sr.); tengo unas ganas de orinar atroces pero esa canción marcó mi infancia, con aquel tétrico video que tanto me impacto en la memoria corro por la primera puerta para ver el escenario, parece que hay bastante gente. "To the floor" pues, no sin antes aprovisionarnos de un par de cachis de cerveza de uno de los mochileros cerveceros de Mahon; una vez nos hemos hecho con un sitio más o menos digno, recuerdo las enormes ganas de mear pero dejar ahora el grupo podía ser muy peligroso en medio de toda esa marabunta de siniestros, popys, nostálgicos y demás fauna que pueblan la pista; aguantaré estoicamente. La primera canción que logro reconocer plenamente en el concierto es “Friday I’m in love”, comento con Sr. lo chorra y a la vez lo acertado del tema; después “In between days”, más pop memorable de algodón de azucar. Suenan muy bien, tocan que ya quisieran muchos de sus lamentables imitadores contemporáneos; y sobre todo, se respetan y tratan con respeto los temas de un repertorio sagrado, me pregunto si podrán decir lo mismo otros compañeros de generación como U2, Depeche Mode o New Order. Después “Just like heaven”, "la canción de desamor más bella jamás compuesta", dice Sr., y me lo dice de un modo que no puedo más que creerle, “Primary” suena colosal, ganas de mear desvaneciendose, aunque los cachis de cerveza que vienen y van no son mucha ayuda, uno de esos cigarros de la alegría antes citados acaba sorpresivamente en mis manos, observo el enorme cartel que ondea en lo alto del Pabellón prohibiendo fumar y me da la risa. Trato de sacar alguna foto o video para recordar el momento, pero mi poca pericia ha hecho que este post se convierta en un indigesto mar de palabras sin demasiado orden. “Disintegration” suena antes del primer descanso y el Señor Smith escupiendo estrofa a estrofa otra memorable canción al desamor.

Del primer bis recuerdo “Play for today” con el público haciendo coros “nanannananannana!!”, tal vez alguna de estas piezas suene un tanto desalmada sin la ayuda de un teclado pero aún asi estan perfectamente adapatadas a la formación clásica de 2 guitarras, bajo y batería. Después una canción que es imagen de un grupo: “A forest” es un tema inmenso, “Come closer and see, see into the trees, find the girl while you can” y después “The girl was never there, It’s always the same, I’m running towards nothing, again and again again again…….”. Sin palabras.

Otro silencio pero todos sabiamos que volverían, esta vez para enlazar sin descanso temas de su primera etapa: me sorprendió escuchar “Grinding halt” , “Fire in Cairo” y “Jumping someone else’s train” con video adicional en las pantallas de detrás del escenario, me recuerda al video de Trans Europe Express de Kraftwerk, “killing an arab” tiene su gracia, y como no “Boy´s don´t cry”, la más aclamada, himno de adolescencia que cantamos todos a gritos. Como sorpresa final “Why can´t I be you?” con Smith dandose un baño de multitudes, comento a Sr. que creo que es la segunda vez que suena esta canción en la noche, me dice que no, tal vez la confundí con “Hot, hot, hot!!”, me quedo con mal cuerpo. Otros dos cachis de cerveza sacian nuestra sed. Si, necesito ir al baño con urgencia, esto no puede ser sano. 30€ por una camiseta nos parecen excesivos, abandonamos el recinto prácticamente empujados por el personal de seguridad. Sr. debe irse, mañana entrega, una entrega es una entrega, no se exactamente que diablos tiene que entregar pero lo entendemos y le dejamos ir. Por cierto, “¿Han tocado Plainsong?”.

Rumbo a un garito llamado Supersonic, nada más entrar recuerdo que ya antes había estado allí, suena buena música y no hay demasiada gente, un sitio agradable. Unas copitas me parece pasar a mayores y me da reparo pero a esas horas de la noche no se decir no. Un conato de baile, el cansancio parece empezar a hacer mella en el grupo. Salimos al parque a fumar un tronquito. No se en que momento de la noche acabamos sentados en las escaleras de un portal con una silla que E. tomo de un contenedor y un hombre roncando cerca de nosotros. Es un recuerdo difuso. Otra vez en el Supersonic para la última copa, By by! 10 euros. De nuevo en el banco del parque, hace un poco de frío, por un extraño motivo que no alcanzo a entender C., E. y Ki ríen insistentemente; ellas dicen que deben entrar a trabajar a las 9:00 de la mañana, deben ser más de las 4:00 con lo que la impresión de chicas responsables que tuve la primera vez que las vi comienza a desvanecerse. Un taxi me conducirá al final de esta noche. El taxista un tipo simpático que al parecer toca en un grupo, le comentó lo del concierto de The Cure, él no sabía nada, le va más Melendi (¡!) y Metallica (¡!); 15 euros de mi mano a las suyas.

Tarde poco en conciliar el sueño en casa de mi amigo G., al que por cierto agradezco sobremanera su generoso hospitalidad. Desperté a eso de las 11:00 y tome rumbo de vuelta, me reconforte al volante con el nuevo disco de Tindersticks de telón de fondo, al rato tuve que quitarlo porque me vencía el sueño: recordé “One hundred years” el aspero tema que abre “Pornography” y que tanto me había gustado la noche anterior, lo puse a volumen considerable. Sin prisas, el brazo sobre la ventanilla. Otros 20 euros fundidos en una gasolinera. Llegue a casa cansado y con los bolsillos vacíos, la siesta fue de las de pijama y orinal… Al día siguiente haría algo de ejercicio para tranquilizar la conciencia…

Ejercicio: Calcule los litros de cerveza que se consumieron durante la noche y los Euros que i. se gasto en la jornada.